infolinfedema.com

Linfedema tras cáncer de mama: causas, síntomas y cómo tratarlo eficazmente

Superar un cáncer de mama ya es de por sí un proceso complejo. Sin embargo, muchas mujeres se enfrentan después a una complicación inesperada: el linfedema. Esta condición, aunque frecuente tras ciertos tratamientos oncológicos, sigue siendo poco conocida. Comprender qué lo causa, cómo se manifiesta y qué se puede hacer al respecto es fundamental para prevenir su avance y mejorar la calidad de vida.

¿Por qué aparece el linfedema después de un cáncer de mama?

El linfedema secundario es el más común en nuestro entorno, y en la mayoría de los casos, está relacionado con tratamientos contra el cáncer. En particular, quienes han recibido cirugía o radioterapia en la zona axilar tienen un riesgo elevado de desarrollarlo. Esto se debe a que el sistema linfático se ve dañado, especialmente cuando se extirpan ganglios linfáticos (linfadenectomía) o se somete a la zona a radiación, afectando los vasos por donde circula la linfa.

Cuantos más ganglios se extraen o más intensa es la radioterapia, mayor es la probabilidad de que la linfa no encuentre un camino libre para circular, acumulándose en el brazo correspondiente. Esto puede suceder incluso meses o años después del tratamiento oncológico.

¿Cuáles son los síntomas más habituales del linfedema post cáncer de mama?

El síntoma más característico es la hinchazón progresiva del brazo del lado afectado. Sin embargo, no siempre se presenta de forma inmediata o evidente. A menudo, comienza como una sensación de pesadez, tensión o malestar difuso. Con el tiempo, pueden aparecer:

  • Aumento visible del volumen en el brazo, la mano o incluso la mama y el torso.
  • Dolor leve o moderado.
  • Cambios en la textura de la piel, con tendencia al endurecimiento (fibrosis).
  • Disminución de la movilidad y dificultad para realizar tareas cotidianas.

  • Sensación de adormecimiento o calambres (parestesias).

Si no se detecta y trata a tiempo, puede evolucionar a estadios más graves, donde el brazo adquiere un volumen desproporcionado y se pierde la elasticidad natural de la piel.

¿Qué factores aumentan el riesgo?

Aunque el tratamiento oncológico es el principal desencadenante, hay otros factores que pueden favorecer la aparición del linfedema:

  • Obesidad o sobrepeso.
  • Infecciones frecuentes en el brazo afectado.
  • Actividades repetitivas o esfuerzos sin protección adecuada.
  • Falta de movilidad prolongada.
  • Exposición a altas temperaturas o presión, como viajes en avión.

Tener en cuenta estos factores es esencial para la prevención y el control del linfedema, especialmente tras un tratamiento de cáncer de mama.

¿Cómo se trata el linfedema en estos casos?

La buena noticia es que existen tratamientos eficaces para controlar el linfedema y mejorar notablemente los síntomas. El enfoque principal es el tratamiento conservador, no invasivo, basado en:

Drenaje linfático manual: Es una técnica suave y especializada que ayuda a movilizar la linfa estancada hacia zonas del cuerpo donde puede ser drenada con normalidad. Debe ser realizada por profesionales con experiencia en linfedema.

Compresión terapéutica: Se utilizan vendajes multicapa o prendas a medida que ayudan a mantener la reducción del volumen y evitan que la linfa vuelva a acumularse.

Ejercicio físico controlado: La actividad física, cuando se realiza con la compresión adecuada, estimula el retorno linfático y mejora la fuerza y la movilidad. Actividades como caminar, yoga o ejercicios acuáticos resultan especialmente beneficiosos.

Cuidados específicos de la piel: La piel del brazo afectado debe mantenerse limpia e hidratada para evitar infecciones. También se deben evitar heridas, picaduras o cualquier tipo de lesión en esa zona.

Nutrición antiinflamatoria: Seguir una alimentación saludable y baja en ultraprocesados ayuda a reducir la inflamación sistémica y favorece la recuperación.

En casos más avanzados o persistentes, puede considerarse la intervención quirúrgica, pero solo tras valorar adecuadamente cada situación y comprobar que otras medidas han sido insuficientes.

¿Cómo puede ayudarte FisioClinics si sufres linfedema post cáncer de mama?

En nuestras clínicas especializadas de FisioClinics, situadas en La Moraleja, Sabadell, Palma, Logroño y Bilbao, trabajamos cada día con mujeres que han pasado por un cáncer de mama y ahora necesitan apoyo profesional para manejar el linfedema.

Nuestro enfoque combina drenaje linfático manual, compresión adecuada y ejercicio terapéutico, siempre adaptado a cada caso. Además, acompañamos emocionalmente a nuestras pacientes, entendiendo el impacto físico y psicológico que esta condición puede tener.

Contar con un equipo especializado desde las primeras fases del linfedema puede marcar una gran diferencia en tu recuperación.

¿Qué ocurre si no se trata el linfedema?

Dejar pasar el tiempo o subestimar los primeros síntomas puede llevar a complicaciones más difíciles de revertir. Con el tiempo, la hinchazón puede volverse permanente, la piel se endurece, pueden aparecer infecciones frecuentes e incluso úlceras. Además, la movilidad del brazo se ve cada vez más limitada, afectando directamente la calidad de vida.

Pero más allá del plano físico, el linfedema también tiene consecuencias emocionales. Muchas mujeres sienten que han «superado» el cáncer, solo para encontrarse con una nueva carga que altera su día a día, su imagen corporal y su bienestar emocional.

Por eso, la intervención temprana es tan importante. Cuanto antes se actúe, mejores serán los resultados.

Conclusión

El linfedema tras un cáncer de mama es una complicación frecuente, pero no inevitable ni imposible de tratar. Con atención adecuada, es posible controlar los síntomas, evitar su progresión y recuperar una buena calidad de vida.

Si has notado hinchazón en el brazo después de un tratamiento oncológico o tienes antecedentes de cáncer de mama, no lo dejes pasar. En FisioClinics estamos para ayudarte a recuperar tu bienestar con el tratamiento que realmente necesitas.

¿Padeces de linfedema?
¡Es hora de tratarlo!

Mayo 16, 2025

Mayo 16, 2025

Iñigo Junquera