Cómo elegir y usar correctamente las prendas de compresión para linfedema
El uso de prendas de compresión es una de las herramientas más importantes en el tratamiento del linfedema. Sin embargo, no basta con saber que son necesarias: elegir el modelo adecuado, colocarlas correctamente y mantenerlas en buen estado puede marcar la diferencia entre una mejoría sostenida y un empeoramiento progresivo. Si tienes linfedema, este artículo es para ti. Aquí aprenderás a identificar las prendas más adecuadas según tu caso y cómo usarlas de forma efectiva. En FisioClinics, nuestras clínicas distribuidas por España, contamos con fisioterapeutas especializados que te acompañan en todo este proceso.
¿Por qué son tan importantes las prendas de compresión en el linfedema?
Las prendas de compresión aplican una presión controlada sobre la extremidad afectada, ayudando a:
- Reducir y controlar el volumen del linfedema.
- Prevenir la reaparición del edema tras el drenaje linfático manual.
- Mejorar el retorno venoso y linfático.
- Disminuir la sensación de pesadez y fatiga.
- Prevenir complicaciones como la fibrosis o las infecciones.
Sin compresión, cualquier otro tratamiento pierde eficacia con el tiempo, ya que el líquido tiende a acumularse nuevamente. Por eso, su uso es parte esencial de la llamada terapia descongestiva compleja.
Tipos de prendas de compresión disponibles
Existen distintos tipos de prendas, y la elección depende del tipo, la fase y la localización del linfedema:
- Medias o mangas de compresión planas: recomendadas en linfedema moderado o severo. Permiten una presión más homogénea y personalizada.
- Medias circulares: más indicadas en casos leves o en fases de mantenimiento.
- Prendas a medida: adaptadas a la morfología exacta de la extremidad afectada. Son imprescindibles cuando el linfedema es asimétrico o en zonas de difícil adaptación.
- Prendas prefabricadas: más económicas, pero con ajuste genérico, lo que puede limitar su eficacia.
- Guantes, manoplas, calcetines de compresión: útiles en linfedema distal (manos o pies).
- Prendas nocturnas: diseñadas con menor presión para su uso durante el descanso.
La elección debe ser realizada por un profesional, tras valorar tu caso de forma personalizada.
¿Cómo saber qué grado de compresión necesito?
Las prendas de compresión se clasifican por clases, según la presión que ejercen:
- Clase I (15–21 mmHg): para linfedemas leves o prevención.
- Clase II (22–32 mmHg): más habitual en linfedemas en tratamiento activo.
- Clase III (33–46 mmHg): para casos graves o con fibrosis importante.
- Clase IV (>46 mmHg): muy específica, usada en casos avanzados y con control médico estricto.
El grado adecuado depende de la etapa del linfedema, el estado de la piel, la tolerancia del paciente y la recomendación de un fisioterapeuta especializado, como los que encontrarás en FisioClinics.
Claves para colocar y retirar correctamente la prenda
El mal uso o la colocación incorrecta de la prenda puede restar eficacia e incluso causar molestias o lesiones.
Algunos consejos básicos incluyen:
- Colocar la prenda siempre con la extremidad elevada.
- Utilizar guantes de goma o dispositivos específicos para facilitar la colocación.
- Asegurarse de que no haya pliegues, arrugas o zonas de presión excesiva.
- Retirarla con suavidad, evitando tirones bruscos que puedan dañar la piel.
- Nunca enrollar la prenda: esto puede generar un efecto torniquete muy peligroso.
Durante los primeros días, puede ser útil hacerlo con ayuda o supervisión profesional. En FisioClinics enseñamos a nuestros pacientes cómo ponerse la prenda de forma segura y efectiva.
Cuidados y mantenimiento de las prendas
El buen estado de las prendas es fundamental para garantizar su eficacia:
- Lávalas a mano o en ciclo suave, con agua fría y jabón neutro.
- Evita el uso de suavizantes, lejía o secadoras.
- Déjalas secar al aire, lejos de fuentes de calor directo.
- Revísalas periódicamente en busca de signos de desgaste o pérdida de elasticidad.
Una prenda mal conservada puede perder presión sin que te des cuenta, reduciendo su efectividad. Lo recomendable es renovarlas cada 4 a 6 meses, aunque dependerá de la frecuencia de uso y de la calidad del tejido.
¿Cuántas horas al día debo usarla?
No hay una única respuesta: todo depende del estadio del linfedema y del tipo de prenda.
- En la fase de mantenimiento, la mayoría de pacientes deben llevarla durante todo el día y retirarla por la noche.
- En casos específicos, se pueden usar prendas nocturnas para evitar el retroceso durante el descanso.
- Durante el ejercicio físico, es aconsejable llevar la prenda para potenciar el efecto del movimiento sobre la linfa.
- Si hay signos de compresión inadecuada (dolor, adormecimiento, cambio de color), hay que suspender su uso y consultar con el fisioterapeuta.
En FisioClinics adaptamos estas pautas a cada paciente, valorando su evolución y sus necesidades diarias.
¿Qué hacer si la prenda me molesta o no noto resultados?
Una prenda de compresión bien indicada no debe doler ni causar molestias importantes. Si eso ocurre, puede ser que:
- La talla sea incorrecta.
- Haya habido un cambio de volumen en la extremidad.
- El tejido esté desgastado.
- La técnica de colocación no sea la adecuada.
Ante cualquier duda, lo mejor es consultar con un profesional. En nuestras clínicas FisioClinics realizamos seguimiento continuo y reevaluamos el ajuste de la prenda según el progreso del tratamiento.
Conclusión
Las prendas de compresión son un pilar fundamental en el tratamiento del linfedema. Pero no basta con usarlas: hay que saber elegirlas, colocarlas correctamente, cuidarlas y adaptarlas a cada etapa de tu evolución. En FisioClinics, nuestros fisioterapeutas especializados te acompañan en cada uno de estos pasos para que tu tratamiento sea realmente eficaz. Y si necesitas más información o consejos adicionales, puedes visitar FisioOnline, donde encontrarás recursos útiles para pacientes como tú.
¿Tienes dudas sobre tu prenda de compresión actual? ¿Quieres saber si estás usándola correctamente? Acércate a FisioClinics y recibe una evaluación personalizada. Tu bienestar lo merece.