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Diagnóstico del Linfedema: Pruebas Médicas y Cómo Confirmarlo

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Diagnóstico del Linfedema

El diagnóstico del linfedema es fundamental para garantizar una mejor calidad de vida y prevenir complicaciones. Aunque afecta a casi 200 millones de personas en todo el mundo, su tasa de diagnóstico sigue siendo baja, principalmente por el desconocimiento. Los pasos clave incluyen una historia clínica exhaustiva, en la que se analicen antecedentes médicos, tratamientos previos y características del edema; así como la evaluación de síntomas como pesadez, debilidad muscular y limitación funcional. También se observan signos clínicos como el signo de Stemmer, el signo de fóvea y los pliegues cutáneos.

Pruebas complementarias como la circometría, que mide diferencias de tamaño entre miembros afectados y sanos, y la volumetría, que determina el volumen del edema, son esenciales. Estudios avanzados como la linfangiografía o la linfogammagrafía ayudan a localizar con precisión la acumulación de líquido. Un diagnóstico completo incluye el análisis del estadio del linfedema, su evolución, localización y origen, factores que permiten orientar un tratamiento adecuado.

Conoce a continuación cómo cada paso contribuye a un diagnóstico más eficaz y a un manejo óptimo del linfedema.

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¿Cuáles son los pasos principales para el diagnóstico del linfedema?

Se sabe que el linfedema es una patología que afecta a casi 200 millones de personas a nivel mundial y que a nivel estadístico está presente en 1 de cada 3 personas, sin embargo, su diagnóstico suele ser tener una muy baja tasa, asociado al desconocimiento de la población o el simple descuido de la misma.

Se debe realizar un diagnóstico precoz con la finalidad de evitar la aparición de ciertas complicaciones y para garantizar una mejor calidad de vida al paciente a largo plazo, para ello se debe tomar en consideración los siguientes pasos:

  • Historia clínica.
  • Pruebas de imagen.
  • Bioimpedancia.
  • Perimetría.
  • Volumetría.

Creación de una Historia Clínica

El primer paso para lograr un diagnóstico eficiente es realizar una historia clínica en donde se recopilen todos los datos personales, antecedentes médicos, quirúrgicos, entre otros. Que sirvan para conocer si la persona ha estado previamente en algún tipo de tratamiento, si ya viene con el diagnóstico del linfedema o no.

Análisis de los síntomas y signos clínicos

Dentro de los principales síntomas que se presentan en un linfedema se encuentran:

  • Pesadez o cansancio: Asociado al aumento de volumen de la extremidad, bastante común en pacientes con linfedema secundario
  • Debilidad muscular: Como consecuencia de la atrofia progresiva presente sobre la musculatura del miembro afectado
  • Algunas personas refieren dolor: A pesar de no ser propio de ésta patología, el dolor puede aparecer como respuesta ante una infección cutánea u algún otro factor desencadenante
  • Limitación funcional: Al no poder movilizar sus miembros por el aumento del volumen y debilidad muscular la persona se encontrará limitada funcionalmente en las actividades de la vida diaria.

Dentro de los signos principales que se padecen en el linfedema están:

  • Signo de Stemmer: Positivo cuando al realizar el gesto de pellizco sobre el 2do dedo de la mano o el pie, es imposibilitado por la gran cantidad de volumen indicando un posible linfedema avanzado
  • Signo de fóvea: Que puede medir la gravedad del edema al cuantificar el tiempo que tarda la piel en volver a su estado normal luego de haber ejercicio una presión sostenida por menos de 3 segundos.
  • Pliegues cutáneos: Evidente sobre todo en aquellos linfedemas crónicos donde existe una acumulación de grasa o tejido adiposo debajo de la piel.

Aplicación de estudios de imagen y pruebas complementarias

Finalmente, se puede concretar un buen diagnóstico mediante la aplicación de ciertas pruebas imagenológicos y complementarias que pueden ayudar a identificar la acumulación de líquido en alguna zona corporal en específico donde se mencionan:

  • Linfangiografía
  • Linforesonancia
  • Linfogammagrafía
“Tú tienes poder sobre tu mente, no sobre los acontecimientos. Date cuenta de esto y encontrarás tu fuerza” -Marco Aurelio

Circometría

La circometría es algo muy importante y ese es el principal método de diagnóstico que utilizamos los fisioterapeutas, los médicos en consulta vale, entonces se realiza con una cinta métrica normal y corriente y lo que hacemos es tomar medidas en diferentes puntos de la pierna, del brazo, de la zona que esté afectada. Lo que realizamos es una primera marca, cada profesional lo realiza de una forma diferente, lo importante es que cada persona, cada profesional lo mida de la misma forma siempre, para que así podamos tener referencias iniciales y de tratamientos pues ya en fases más avanzadas.

Entonces normalmente se suele realizar pues cada cinco centímetros para poder realizar un buen diagnóstico o sea un buen una buena toma de medidas y poder ver qué diferencia hay entre el miembro afecto y el miembro sano, normalmente cuando hay una diferencia de 2 cm en varios puntos, significa que hay una presencia de edema.

Volumetría

En el diagnóstico también se puede hacer una volumetría, esto consiste en tomar las medidas como hemos dicho anteriormente y mediante una fórmula se saca el volumen total de ese miembro, para diagnosticarse como edema tiene que ser un volumen superior a una diferencia superior al 10%, entre el miembro sano y el miembro afectado. Una forma muy eficaz de medir el edema es la Pletismografía de agua, esto se basa en el principio de Arquímedes de un balde de agua en el cual introducimos un objeto, en este caso la pierna afectada y la diferencia del volumen de agua que había y el volumen que hay ahora, es nuestro volumen, nuestro edema. La medida de nuestro miembro afecto con la diferencia con el miembro sano pues será el volumen del edema.

Historia Clínica

La historia clínica la realizaremos una vez hemos tomado todas estas medidas, hemos analizado el edema, entonces tenemos que registrar diferentes cosas vale, nos tenemos que fijar en diferentes variables tales como:

  • Localización: en primer lugar, es la localización donde se encuentra el edema, como es el edema, en qué zonas se sitúa, si es unilateral si es bilateral, si se encuentra en una zona fácil de tratar o si es algo más complicado como puede ser un edema genital.
  • Origen: luego cuál es su origen, si es primario o si es secundario, en caso de ser secundario qué tratamiento le han aplicado: si ha recibido radioterapia, si le han extraído los ganglios (axilares, inguinales) si ha habido algún tipo de intervención post invasiva. Todo ese tipo de cosas las tenemos que apuntar, porque nos van a ser de gran utilidad de cara a plantear un tratamiento.
  • Volumen: el volumen también es muy importante para ver en qué estadio se encuentra, si es un edema avanzado, si presenta mucho volumen y que incapacidad le produce.
  • Aspecto: qué aspecto tiene, si está colorado, sí está tumefactos y tiene un gran grosor de la piel, que nivel de fibrosis presenta, el color, la temperatura etc.
  • Evolución: la evolución a lo largo del tiempo desde que presenta el edema en estadios iniciales, cómo ha evolucionado, sí ha recibido tratamientos previos qué tal le han ido esos tratamientos.
  • Signos clínicos: los signos clínicos de los que hemos hablado antes.
  • Estadío: los datos anteriores nos van a servir para decidir si se trata de un estadio 1 o un estadio 2 por ejemplo y esto va a encaminar nuestro tratamiento de una forma o de otra.